La Mar de bien…

La semana pasada me lo pasé la Mar de bien, la verdad. Me gusta dejar pasar unos días para escribir y no ser víctima de la excitación del momento. Pero cuando más lo pienso ¡más sonrío! Y es que esta vida que llevamos, o mejor dicho, que quieren que llevemos, de trajín, de no parar, de «se me ha pasado llamarte», etc… no es para mí. 

A mí me gusta el ajetreo, claro que sí, pero con cordura, con «coneiximent» como me dirían 😉 No necesito fechas especiales, quiero quedar con la gente, tomar el aperitivo, disfrutar del sol y charlar, por que sí, porque me da la gana. Y es la manera de vivir que he elegido, aunque tenga contraprestaciones, claro ¡me da igual!

Hace tiempo a alguien se le ocurrió fijar un día para no sólo vernos, si no disfrutar de un capricho. Así que puntualmente  asistimos a la cita Carmen Sahuquillo, Lydia Peters y yo. Toda buena cita comienza con un buen desayuno. Y allí estábamos, tres chicas muy muy ocupadas, sentadas, charlando y encontrándonos. Fue relajante compartir todo lo que habíamos hecho los días anteriores para poder tener esa mañana un poco más libre. Nos habíamos esforzado por separado para poder juntar unas horas para pasarlo bien. Y cuando escuchas eso, es una gozada. 

Bien desayunadas, hasta con leche de soja para Lydia 😉 emprendimos el camino. Nerviosas, con preguntas, porque sólo sabíamos que lo íbamos a pasar la Mar de bien. ¿Pero qué nos iban a hacer? Y descansamos en cuanto entramos por la puerta de Mar Chancosa. No habíamos estado nunca y nos recibieron con una gran sonrisa y muchas ideas. 

Una peluquería que hace las cosas de manera diferente y sobre todo, muy real. Lo primero que hicimos fue poner a cargar los móviles. Mar se sorprendió, las tres en los sillones revisando el trabajo. Las revistas han pasado a un segundo plano en estas situaciones. 

Fueron hablando una por una preguntando qué esperábamos de nuestro pelo, qué no nos gusta, qué nos gusta y con mucho mimo fueron estudiando nuestro pelo. 

Y ¡manos a la obra! Cada una con un tratamiento diferente. Mi pelo disfrutó de Nutri Seduction de Alfaparf para nutrirlo y darle brillo. Y luego un planchado de L’Oreal alucinante. 

Lo mejor, corretear por la peluquería de Mar de un lado para otro haciendo fotos a Carmen y a Lydia, preguntando a cada una qué tal se sentía y ver las sonrisas de todas…

Pero el pelo no lo es todo, aunque es un punto fuerte de las tres… ¡A maquillarnos! Un look glam para Lydia, nude para Carmen y fresco y romántico para mí…

Tan guapas no podíamos irnos a casa así que decidimos comer juntas y alargar todo lo posible ese día.

Somos como somos, nos encanta y pisamos fuerte. Y es que la vida hay que vivirla como viene pero sacándole el mayor partido y la mejor sonrisa 🙂

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