Creo que ya me he esperado el tiempo suficiente como para poder escribir de esto con calma y tranquilidad. He reposado todo lo que viví en la Semana de la Moda de Valencia y valorar realmente lo que fue real y lo que no.
Muy a mi pesar, año tras año me defrauda. Voy con todas las ganas del mundo, porque me gusta la moda, me gustan los «saraos» y me encanta Valencia. Pero como me ocurrió el año pasado, no logro ver más que a la misma gente de aquí sin ganas de que entre gente de allá.
No debo generalizar porque seguramente en todo el equipo que la organiza hay mucha gente con ilusión y con ganas de sacar este proyecto adelante. Pero creo que la Semana de la Moda de Valencia se quedará estancanda en un grupo de diseñadores reducidos con ganas de subvenciones.
Y me da mucha rabia. Tenemos mucho que ofrecer al mundo. Somos una gente creativa y con arte pero a la hora de vendernos, nos falla el marketing y se nos ve el plumero.
Sólo quiero ver moda, disfrutar de los desfiles, que se respire buen rollo y ver buenos diseñadores que no se queden fuera por el «o conmigo o contra mí».
Muy a mi pesar, año tras año me defrauda. Voy con todas las ganas del mundo, porque me gusta la moda, me gustan los «saraos» y me encanta Valencia. Pero como me ocurrió el año pasado, no logro ver más que a la misma gente de aquí sin ganas de que entre gente de allá.
No debo generalizar porque seguramente en todo el equipo que la organiza hay mucha gente con ilusión y con ganas de sacar este proyecto adelante. Pero creo que la Semana de la Moda de Valencia se quedará estancanda en un grupo de diseñadores reducidos con ganas de subvenciones.
Y me da mucha rabia. Tenemos mucho que ofrecer al mundo. Somos una gente creativa y con arte pero a la hora de vendernos, nos falla el marketing y se nos ve el plumero.
Sólo quiero ver moda, disfrutar de los desfiles, que se respire buen rollo y ver buenos diseñadores que no se queden fuera por el «o conmigo o contra mí».