Como si de un mantra se tratara, os recomiendo a los que os dediquéis al mundo de la publicidad que recordéis esto cada día. Será porque hoy estoy tecleando demasiado fuerte, será porque estoy viendo despidos a diestro y siniestro, aunque más a siniestro que otra cosa, será porque últimamente descubro personas y alucino… No sé porqué será pero sé que sólo nos podemos guiar por nosotros mismos. Sirvámonos de nuestra intuición y con el machete entre los dientes, abrámonos camino en el mundo.
No quiero sonar a telepredicadora pero a veces las cosas hay que verlas con cierta perspectiva. Y eso es lo que he estado haciendo.
Primero me reafirmé: las agencias de publicidad varían tremendamente dependiendo de la ciudad en la que estén. Parece evidente pero muchos de los que trabajan en ellas no lo saben o no lo admiten. ¿Porqué agencias que no estén en Madrid o Barcelona no suelen optar a grandes cuentas? Por supuesto que tengo en cuenta el número de gente que trabaja en cada una. Pero fundamentalmente creo que es la actitud. Un techo con el que nacen ese tipo de agencias y que se contagia entre los que entran a trabajar en ellas. Ni grandes cuentas ni agencias que no estén esperando un cliente de la Administración… ¿Porqué sino están tan paradas la mayoría de ellas antes de las Elecciones?
Después me puse en contacto con creativos, cuentas, copys, etc… de todo tipo de agencias. Confirmado: “si tú trabajas ahí, no me interesa”. Sí, eso he llegado a decir. Está claro que cada uno se vende lo mejor que puede, pero también sabemos que hinchar el globo demasiado hace que muchas veces te explote en la cara. De verdad, a la gente que no trabajáis en las grandes agencias, no flipéis con gente que trabaja en ellas. Hay mucha gente buena, por supuesto. Pero también gente mediocre.
Probablemente los que trabajéis en las grandes no podréis entender este post. No os desmerezco, todo lo contrario. Sé con lo que tenéis que lidiar cada día. Pero conozco mucho mejor al resto de publicistas a los que siempre se les pregunta “¿Porqué no te has ido a Madrid?” “¿Pero exactamente a qué te dedicas?” “¿Y la cuenta más grande que llevas?” “Esta noche hacen los premios esos de publicidad ¿tú sales?”
No, no salimos pero no por falta de ganas o de ideas. Sólo necesitamos repetir nuestro mantra y dejarnos de tonterías y de complejos. Esto es lo típico que nadie quiere decir. No los de las grandes porque son intocables ni los de las pequeñas porque no quieren mostrar sus debilidades. Pero ya está bien. Esto es un grito, un zas en toda la boca, un lo que queráis. Sólo me importa la gente que trabajamos y que tenemos ganas.
Para rematar mi investigación y no quedarme con mal sabor de boca, conocí a gente imparable con ideas brutales y que no trabajan en ninguna de las grandes ciudades. Y que gracias a las redes y a sus ganas están haciendo cosas grandes. Por eso me di cuenta de que simplemente llevamos un lastre imaginario.
Así que todo esto nos lo metemos en un saco y en lugar de llevarlo a nuestras espaldas o en la cabeza a modo de cántaro como el que llevan las mujeres en África en la cabeza, lo tiramos al rio y con nuestro nuevo mantra empezamos a currar. Sin tonterías, sin “lo que tú digas”, sin “es que ha trabajado en no sé dónde y sabe lo que dice”. La experiencia es importante pero nuestro empuje aún más. Un, dos, tres ¡empuja!
Este post ha sido escrito para El Rincón del Publicista. También lo puedes leer en el Diario Levante EMV
Ricardo Villagrán says
En el caso de México sucede lo mismo, aquí las grandes agencias y las grandes cuentas se centralizan en la capital dejando las cuentas locales pequeñas usualmente, para las agencias del resto de los estados.
La creatividad no es que sea menor en una agencia pequeña sin embargo, los grandes presupuestos permiten a las grandes agencias hacer cosas que al menos a nivel mediático tienen mucha más resonancia… Creo firmemente que hay no hay agencia pequeñas, sino deseos grandes o pequeños de trascender!
Saludos
R
Anónimo says
Cerca de cinco millones de españoles/as, deberían leer este post y, como en Fuenteovejuna, EMPUJAR todos a una.
Ya está bien de languidecer "esperando un no sé qué".