Una puesta en común de costumbres y hechos caseros sacan a la luz desastres de la raza y de los genéros. Desastres catastróficos bajo mi punto de vista. A lo que yo llamo puesta en común otros lo llamarían chafardeos o cotilleos. Pero lo que realmente es: cena de chicas de los miércoles.
Como ya os he contado, casi todos los miércoles cenamos las amigas mientras los chicos se van a jugar al póker. Todo por cobardia, porque si jugáramos juntos les desplumábamos en un plis plas.
Cada semana la cena era en casa de una de nosotras y la anfitriona enseñaba algo que sabía hacer. Hemos hecho desde yoga hasta náutica pasando por clases de mus.
Ahora, que el énfasis didáctico se nos ha pasado, seguimos quedando para vernos y ponernos al día de detalles que el Facebook no permite. El otro día fue una auténtica noche de chicas con esmaltes de mil colores y manicura mientras hablábamos y reíamos. Sobre todo reíamos.
Tarde o temprano sale a la luz lo que nos molesta de nuestras parejas. Siempre está lo típico: si es desastrado, si no recoje como a mi me gusta…clásicos del género masculino, normalmente.
Pero hay cosas que se repiten generación tras generación y que si yo fuera chico me mordería la lengua antes de hacer alguna de las preguntas célebres que comentamos esa noche.
¿Cómo es posible que después de estar viviendo durante ocho meses en una casa de treinta metros cuadrados el chico le pregunte a la chica: «la escoba, dónde está»? ¡Perdona!? «¡En mi vagina, está en mi vagina!», saltó la chica boquiabierta en medio del salón-comedor-habitación-cocina. Abrió la puertecita del armario y cayó la dichosa escoba.
Va a ser cultural, social, o yo qué sé qué pero si alguien ve normal que yo esté en el sofá, mi pareja se vaya a la cocina y desde allí me pregunte: «¿Está para vaciar el lavaplatos?» ¡¡Perdona (de nuevo)!!! De los creadores de «Cariño, ¿dónde está la escoba?», llega a sus hogares «Amorcito ¿esta carne está buena?» Próximamente en los juzgados de España.
A ver si entre los nuevos própositos para el año nuevo que tan poco me gustan, entre todos hacemos algo por esta dependencia parejil «unilateral». Podéis practicar este fin de semana. ¡Ánimo!
Como ya os he contado, casi todos los miércoles cenamos las amigas mientras los chicos se van a jugar al póker. Todo por cobardia, porque si jugáramos juntos les desplumábamos en un plis plas.
Cada semana la cena era en casa de una de nosotras y la anfitriona enseñaba algo que sabía hacer. Hemos hecho desde yoga hasta náutica pasando por clases de mus.
Ahora, que el énfasis didáctico se nos ha pasado, seguimos quedando para vernos y ponernos al día de detalles que el Facebook no permite. El otro día fue una auténtica noche de chicas con esmaltes de mil colores y manicura mientras hablábamos y reíamos. Sobre todo reíamos.
Tarde o temprano sale a la luz lo que nos molesta de nuestras parejas. Siempre está lo típico: si es desastrado, si no recoje como a mi me gusta…clásicos del género masculino, normalmente.
Pero hay cosas que se repiten generación tras generación y que si yo fuera chico me mordería la lengua antes de hacer alguna de las preguntas célebres que comentamos esa noche.
¿Cómo es posible que después de estar viviendo durante ocho meses en una casa de treinta metros cuadrados el chico le pregunte a la chica: «la escoba, dónde está»? ¡Perdona!? «¡En mi vagina, está en mi vagina!», saltó la chica boquiabierta en medio del salón-comedor-habitación-cocina. Abrió la puertecita del armario y cayó la dichosa escoba.
Va a ser cultural, social, o yo qué sé qué pero si alguien ve normal que yo esté en el sofá, mi pareja se vaya a la cocina y desde allí me pregunte: «¿Está para vaciar el lavaplatos?» ¡¡Perdona (de nuevo)!!! De los creadores de «Cariño, ¿dónde está la escoba?», llega a sus hogares «Amorcito ¿esta carne está buena?» Próximamente en los juzgados de España.
A ver si entre los nuevos própositos para el año nuevo que tan poco me gustan, entre todos hacemos algo por esta dependencia parejil «unilateral». Podéis practicar este fin de semana. ¡Ánimo!
Podéis leer este post en el Diario Levante EMV
Natàlia Tàrraco says
Pos siiii chica, yo no me quejo que mi pareja está bastante amaestrada, hace de todo en la casa y sabe dónde están las cositas o tender ropitas, ir compras, fregar platitos sin preguntar ¿qué detergente? et, et. Sin embargo te entiendo, una cosa mal hace…!DEJAR LA TAPA DEL WC LEVANTADA, SIEMPRE! genético seguro. Habrá que poner una lista de cosas mal hechas y dejársela a la vista muy clarita ¿nooo? no sé, es una cruz. Besitos ante-navideños, muchooos.
Pedalier says
Nuestro GPS pierde conexión en cuanto estamos entre las 4 paredes de nuestras casas. Menos mal que vosotras siempre tenéis cobertura y nos podéis guiar a la hora de buscar las cosas.
Nos leemos.
Sergio says
Por fortuna no me doy por aludido, aunque reconozco que si retratas el estándar (por cierto, si no caes en el tópico o eres "sensible" o eres gay ¿?); Por suerte cuento con un grado de autonomía en alza y no se me caen los anillos frente a las tareas domésticas (curiosa definición), pero no me matan… Como a tod@s.
Creo que este año, es cuestión de que algunos se planteen MUCHOS "HUEVOS" PROPOSITOS.
Suerte, y a seguir lidiando ese toro!
Manuel Sánchez Acero says
Estupendas reuniones de amigas. No tengo nada que objetar excepto una salvedad: El facebook lo permite todo!! 😛 Jejeje… Un saludo!!
Manu UC.