Hoy es un día lluvioso. De los de manta y sofá. A algunos no nos queda más remedio que salir a trabajar, otros podrán quedarse en casa a esperar que pase. Por eso, en días como hoy me pregunto que harán en casa las señoras «busca-guerrillas». Todos los barrios, todas las ciudades tienen estas señoras. Señoras, a veces acompañadas por sus maridos incluso, que tienen un radar y cuando detectan la mínima posibilidad de conflicto allá que van.
En pocos días he podido ver actuando a estas señoras en diferentes puntos. Señoras arrancando carteles de draqueens en un intento inutil de aleccionar a la población, señora increpando en mitad de la calle a una chica musulmana por llevar el velo… pero lo que me hizo realmente descubrir a las «busca-guerrillas», aunque he convivido con ellas siempre, fue en Barcelona.
Dos señoras con sus mini perros iban paseando aparetenemente tranquilas, a su paso. De pronto, un chico con un perro grande pasa por detrás de ellas. El perro empieza a hacer sus necesidades y como si tuvieran un resorte en el cuello y un radar en la nuca: «Shhis shhis, chico» grita la señora más mayor. El chico, muy tranquilo (seguro que ya se ha encontrado con ellas más veces) le mira despectivamente hablando a la vez con otro. La «busca-guerrillas» le enseña una bolsa de plástico como si estuviera pidiendo las orejas en una plaza de toros. El chico: «ya señora, ya tengo yo una». La «bg»: «ah, era por si no tenías, que yo te daba esta». Ohhhhhhhhhhh ¡qué pena, la «bg» se ha quedado sin altercado callejero… Tendrá que remover el guiso pensando en otra cosa.
Las «bg» se caracterizan por hacerte ver que te están haciendo un favor cuando la realidad es que están sedientas de lío. Otra característica básica es que una vez pasado el altercado siguen hablando solas indignadas por lo ocurrido. Y la más generalizada es que suelen tener pocas esperanzas de disfrutar de su vida…
Cuidado porque os pueden estar observando en cualquier esquina de cualquier calle. ¡Cuantas profesoras se ha perdido el mundo!
En pocos días he podido ver actuando a estas señoras en diferentes puntos. Señoras arrancando carteles de draqueens en un intento inutil de aleccionar a la población, señora increpando en mitad de la calle a una chica musulmana por llevar el velo… pero lo que me hizo realmente descubrir a las «busca-guerrillas», aunque he convivido con ellas siempre, fue en Barcelona.
Dos señoras con sus mini perros iban paseando aparetenemente tranquilas, a su paso. De pronto, un chico con un perro grande pasa por detrás de ellas. El perro empieza a hacer sus necesidades y como si tuvieran un resorte en el cuello y un radar en la nuca: «Shhis shhis, chico» grita la señora más mayor. El chico, muy tranquilo (seguro que ya se ha encontrado con ellas más veces) le mira despectivamente hablando a la vez con otro. La «busca-guerrillas» le enseña una bolsa de plástico como si estuviera pidiendo las orejas en una plaza de toros. El chico: «ya señora, ya tengo yo una». La «bg»: «ah, era por si no tenías, que yo te daba esta». Ohhhhhhhhhhh ¡qué pena, la «bg» se ha quedado sin altercado callejero… Tendrá que remover el guiso pensando en otra cosa.
Las «bg» se caracterizan por hacerte ver que te están haciendo un favor cuando la realidad es que están sedientas de lío. Otra característica básica es que una vez pasado el altercado siguen hablando solas indignadas por lo ocurrido. Y la más generalizada es que suelen tener pocas esperanzas de disfrutar de su vida…
Cuidado porque os pueden estar observando en cualquier esquina de cualquier calle. ¡Cuantas profesoras se ha perdido el mundo!