No soy de escribir en días señalados, simplemente porque creo que seguro que hay gente que cuenta las cosas mejor que yo y porque además, no es el fin de este blog.
Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Hemos avanzado y ya somos simplemente mujeres, nada de trabajadoras. Vale.
Las redes sociales se han llenado de críticas, de alabanzas, de «yo también quiero ser mujer», de «porque yo lo valgo», incluso de despechados salvando sólo a su madre y a su hermana porque las demás son todas unas …
Y yo viendo todo ese flujo de información, (¿queda muy mal en este día decir flujo?) Bueno, ahí lo dejo. Y escuchando. Hasta que en Twitter me preguntan los «Amics pel canvi» (Amigos por el cambio) mi opinión acerca de que la Diputación de Valencia regale en este Día libros de cocina…
Y aquí ya se han acabado las contemplaciones.
Resulta que la Diputación de Valencia hace un acto donde regala a unas mujeres Libros de cocina y donde además después de la entrega, estas mismas mujeres leen el Manifiesto del Día de la Mujer Trabajadora… Pero menos mal que antes se han leído cómo hacer la pechuga Villarroy porque si no, no hubiera sido posible. ¡Ah! Y me comentan que dicho Manifiesto estaba escrito en listas de la compra, para que lo supieran leer.
Vaya tela. Ahora se ve que han juntado dos actos, «por problemas de agenda» dicen unos, «por falta de escrúpulos», dicen otros.
Sea como sea creo que es cachondeo, falta de visión y de sentido común. Y ganas de poner más alta la cima de la igualdad.
Leía también que ya era hora de que los hombres nos dejaran paso. Y como imagináis no he tardado en puntualizar que nadie nos tiene que «dejar» nada. Sólo falta que tengamos que pedir autorización firmada para triunfar, ganar un sueldo más alto o conseguir un sillón de la Real Academia de la Lengua.
En cualquier caso, feliz día a todas. Y a los que les moleste les dedico un corte de mangas a lo Mr. Bean…
Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Hemos avanzado y ya somos simplemente mujeres, nada de trabajadoras. Vale.
Las redes sociales se han llenado de críticas, de alabanzas, de «yo también quiero ser mujer», de «porque yo lo valgo», incluso de despechados salvando sólo a su madre y a su hermana porque las demás son todas unas …
Y yo viendo todo ese flujo de información, (¿queda muy mal en este día decir flujo?) Bueno, ahí lo dejo. Y escuchando. Hasta que en Twitter me preguntan los «Amics pel canvi» (Amigos por el cambio) mi opinión acerca de que la Diputación de Valencia regale en este Día libros de cocina…
Y aquí ya se han acabado las contemplaciones.
Resulta que la Diputación de Valencia hace un acto donde regala a unas mujeres Libros de cocina y donde además después de la entrega, estas mismas mujeres leen el Manifiesto del Día de la Mujer Trabajadora… Pero menos mal que antes se han leído cómo hacer la pechuga Villarroy porque si no, no hubiera sido posible. ¡Ah! Y me comentan que dicho Manifiesto estaba escrito en listas de la compra, para que lo supieran leer.
Vaya tela. Ahora se ve que han juntado dos actos, «por problemas de agenda» dicen unos, «por falta de escrúpulos», dicen otros.
Sea como sea creo que es cachondeo, falta de visión y de sentido común. Y ganas de poner más alta la cima de la igualdad.
Leía también que ya era hora de que los hombres nos dejaran paso. Y como imagináis no he tardado en puntualizar que nadie nos tiene que «dejar» nada. Sólo falta que tengamos que pedir autorización firmada para triunfar, ganar un sueldo más alto o conseguir un sillón de la Real Academia de la Lengua.
En cualquier caso, feliz día a todas. Y a los que les moleste les dedico un corte de mangas a lo Mr. Bean…
También puedes leer este post en el Diario Levante EMV
José R. González says
Lo del libro de cocina me parece que estaba fuera de lugar :S
Espero que algún día no haya que celebrar el día de la mujer trabajadora para reivindicar la igualdad, equiparación de salarios, etc. porque sea ya REALIDADES.
Un abrazo Clara
Manuel Sánchez Acero says
Desde luego lo de la Diputación de Valencia no tiene nombre. Te felicito por el post y te deseo de igual modo la felicitación.
A mí lo que me parece muy triste es que en el año en que estamos aún se tenga que 'celebrar' un día para la mujer… Espero que llegue el día en que no haya que diferenciar entre ambos sexos para celebrar un día u otro, simplemente, que la mujer sea valorada en igual rango que un hombre. Evidentemente, claro que hay diferencias entre los dos sexos, de tipo físico, fisiológico, por naturaleza… Pero la sociedad sigue interponiendo barreras que nos distancian aún más: Días de la mujer y del hombre deben de ser todos los días del año por igual (Por poner un ejemplo).
Y ya no me meto en campos tan espinosos como el de las religiones, en donde sin ir más lejos una mujer cristiana sigue sin poder convertirse en obispa, sacerdote o Papa (No hace falta irse al Islam para descubrir que en todas las religiones sigue habiendo discriminación sexual).
En fin, ya me calmo, que si no nunca paro (Es que me sacas estos temas, Clara, y uno se enciende).
Feliz día, semana y año para todas!
Manu UC (Sí, habéis leído bien mi firma, soy un hombre).
Sergio says
Gloriosa entrada.
Yo también he escrito una al uso, la ocasión lo merecía. Desde luego si llego a conocer el dato de la patochada que cuentas, el tono habría sido bastante más ácido.
Cuánto queda todavía por andar, por desgracia.
…y no queda mal decir flujo. Queda estupendo.
Pedalier says
Los cargos públicos siempre tan pendientes de las sensibilidades del pueblo.
Totalmente de acuerdo con que nadie os tiene que dejar el paso. Cada uno se tiene que ganar su puesto,en igualdad de condiciones, independientemente del sexo que tenga.
Nos leemos.