Algo, y no sé que es exactamente, me atrae hacia las palabras compuestas.
Escucho una y ya me ha cautivado. Ayer fuímos a ver una película de risa al cine y me di cuenta cuando me descubrí a mí misma partida de risa en la butaca después de escuchar que alguien mezclaría los conceptos Twitter y Viagra: «Twitagra«. Pues yo no sólo sonrío sino que me sale la carcajada. No lo puedo evitar. Creo que todo comenzó hace años con la afamada estrella circense: el Ligre (mitad león, mitad tigre). Recuerdo estar trabajando en la radio justo encima de la carpa del circo y me fascinaba escuchar la megafonía que anunciaba a este «nuevo» animal como reclamo publicitario. A partir de ahí se han desecandenado múltiples palabras compuestas, por llamarlas de alguna forma. El último grito: la bolahuete. Una pelota con forma de cacahuete que regala M&M’s. Como os podréis imaginar, ¡la necesito! Así que me voy a comprar una bolsa de esas a ver si tengo suerte. O mejor dicho, «suertino«, suerte en mi destino.
Mercedes says
Je, je, je, je… Siempre genial. Pues nada, a ver si tienes suertino y te toca la bolahuete.
Hasta pronto.
Clara says
Pero si tu eres una de las primeras en crear esas palabras compuestas ¿O ya no te acuerdas de los cinturantes y del flotavidas?
Clara says
¿Porque no salgo ahora vomo nanomanía? Bueno que esa Clara anterior no es la Montesinos, soy la más mayor.
Mar says
ya tienes la bolahuete prima!!! no deberia de habersela dado a tu madre, y te la tendria que haber dado yo el dia que me invites a cenar a tu casa, que casi despues de un año aun me debes una cena!!! un besitooo!!
Mar says
uys! el primer comentario que te pongo y la lio!1 jajaja no iba en este post!! I'm sorry!!!!
Clara Montesinos says
¡No pasa nada! La cena está esperándote cualquier día. Y lo de la bolahuete ¡genial!