Tengo un amigo muy muy precavido. De esos que antes de pelar patatas ya tiene la tirita preparada, por si acaso. Es lo mismo que me pasa a mí al ser un poco neurótica. Que me imagino al muerto antes de que se ponga enfermo siquiera.
Claro, esto de tanto analizar me ha otorgado cierto margen de humor o chiste. Por eso cuando me cuentan algunas cosas, en lugar de llevarme las manos a la cabeza me río y, por supuesto, ¡a mi blog vas!
Este amigo me contaba, después de ver una película donde el protagonista perdía la memoria, que él había pensado esa posibilidad hacía tiempo. Había pensado por si se caía y se daba un golpe en la cabeza, tatuarse sus alergias y sus datos en los brazos. Además de usar desde hace años una secuencia lógica en sus claves de seguridad. Algo así como 1, 2, 3, 4.
Esto refleja la imagen que cada uno tiene de sí mismo. Porque claro, a mí me sorprendió esa seguridad de saber que si te das un golpe en la cabeza y de pronto tienes amnesia, vas a ser capaz de usar la lógica: «¿Tú estás seguro de que cuando te despertases ibas a ser capaz de recordar tus claves de seguridad?» Y ante la tranquilidad con la que afirmaba: «Me encanta saber que te das un golpe y en lugar de quedarte tonto te quedas «lógico», la verdad…»
Tal vez le destapé la realidad. No sé si ha cambiado sus claves por números al azar o ya tiene hora en la tatuadora del barrio…
José R. González says
¡ay pobre! le has debido dejar hecho un lío je,je.
Anónimo says
Sería divertido, una vez "borrado todo el disco duro" de nuestra cabeza, encontrarte con gente que conocías y volver a re-conocerlas y, a lo mejor en esta nueva situación ni te gustan ni nada y empiezas TODO de nuevo…
Raúl Peñaloza says
Ya lo dijo alguna vez John Lennon, "Starting Over".
Qué agradable tu blog.
😉