Este post lo quiero escribir hace tiempo. He esperado a ver si estas ganas se me pasaban, pero no. Incluso en algunas ocasiones han ido en aumento.
No hay palabra más escuchada que la temible «crisis». Hables con quien hables y mires a donde mires ves caras largas, tristes o de preocupación. Todos ahora ven Salvados y asienten con la cabeza mientras la tele enumera los casos de corrupción política, bancaria y demás que en todos estos años se han ido sucediendo en España.
Con este panorama es entendible que cada manifestación tenga éxito de convocatoria. Pero ¿Ya está?
¿De verdad toda esta rabia se esfuma así? ¿No hay nada más?
Durante «La vuelta al cole» de este año pude escuchar por la calle y en la piscina, por ejemplo, los mismos comentarios que hubiera oído otros años: «¿Qué tal el verano? Muy bien, en la playa, los niños genial» «A empezar el curso otra vez ¿eh? Aquí estamos» «¡Qué guapa estás! Te ha sentado bien el veranillo». Tardé una eternidad en ponerme el bañador, no daba crédito. Los telediarios estaban ardiendo de noticias de paro, de cifras de familias que pasan hambre… y parecía que habíamos vuelto a los ’90. Toda esta gente ¿Había vivido el verano igual?
¿De verdad la rutina nos tira tanto? ¿Nadie ha aprovechado algún día de hastío para pensar en cambiar radicalmente? ¿Para pegar un puñetazo en la mesa y decir hasta aquí?
La crisis ha sacado a relucir la conformidad de esta sociedad y la falta de arrojo de la mayoría de las personas.
Sé que muchos pensaréis que no es bueno generalizar, pero no conozco a nadie, ni un amigo de un amigo, que haya hecho nada diferente a lo que ha hecho hasta ahora. Nadie que se atreva a salir de la senda. Y no me lo quiero creer.
Acaba de pasar Halloween y ya están anunciando la Navidad. Y me temo que todo seguirá igual. Iremos a la feria, al circo, le pediremos la carta a Sus Majestades los Reyes Magos… A lo mejor alguien les pide que esto cambie, pero no necesitamos un cambio, necesitamos la fuerza suficiente para producirlo nosotros mismos.
Tenía ganas de vomitar pero estoy ocupada con mi cambio.
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Biankox says
Hola Clara, desgraciadamente tienes mucha razón!!!
Y he de añadir… Esta crisis no es solo economica, es de valores, yo me he tenido que volver a mi casa, a Gandia, a mi me da mucho rabia, asco o como quieras llamarlo… yo creo que es como la fabula de la rana que esta en el cazo y poco a poco le subes el fuego y no se entera de que se esta cociendo… si hubiesen puesto el fuego a tope de inicio hubiera saltado… eso han hecho con nosotros…
Yo estoy arto de la palabra CRISIS, por que en realidad no existe para algunos, solo para las clases medias y sobretodo para las bajas… el otro día un amigo que tiene una inmobiliaria me dijo, a mi me esta funcionando bien, por que estoy vendiendo pisos caros y en metálico, el otro día toque 300.000€ por un piso… y eso es dinero negro que se esta moviendo… esta claro que alguien tiene el dinero.
No hacemos nada por nuestra cultura, que nos ha enseñado a no quejarnos…
Que podemos hacer? yo no lo se, sinceramente… 🙁
@juanravidal
Jose Antonio Bravo Mateu says
O hacemos pequeños cambios que supongan juntos grandes cambios para el sistema, o no cambiamos nada. Por ejemplo, comprar solamente lo que necesitamos, consumir en los comercios de barrio, potenciar las redes de solidaridad, ayudar a los que necesitan un apoyo para seguir adelante, ir a votar a la opción útil que menos nos desagrade en vez de quedarnos en casa, cambiar nuestra conciencia individual por una conciencia grupal, … Hay muchas formas, pero somos tan perezosos y tan egoístas que no vemos que solucionar los problemas de los demás puede traer implícita la solución de nuestros problemas.
Sergio Serrano González says
Olé!
Cuando llegan males de muchos aumenta en proporción directa el número de tontos que hayan consuelo en ello. No me excluyo, el tamaño de algunos males realmente atonta y creo que todos nos hemos atontado en algún momento en mayor o menor medida.
Pero ya llevamos 4 años de crisis y si no vamos reaccionando como dices, ya no es que estés atontado, es que eres tonto.
Por mi parte he decidido que es el momento perfecto de crear una nueva empresa y además saliéndome totalmente de mi línea actual. Y en ello estoy. Y me la pelan los que dicen que no es el momento. Mi momento es cuando a mi me da la gana.
Sergio Serrano González says
Perdón, hallan quise decir.
Clara Montesinos says
Gracias a todos por vuestros comentarios. Es algo que tenía ganas de contar hace tiempo y veo que todos lo necesitábamos 😉